La psoriasis es una enfermedad infl amatoria, crónica y no contagiosa, de origen autoinmune, que afecta a la piel, uñas y articulaciones. La psoriasis afecta a alrededor del 2’3% de la población y suele aparecer entre
los 15 y 35 años, aunque también afecta a niños y a personas mayores. No es hereditaria, pero hay una predisposición genética a padecerla, y un tercio de los afectados tiene familiares directos con psoriasis. Se sabe que, además de esta predisposición, son necesarios otros factores desencadenantes.
Las lesiones más características son placas eritematosas cubiertas de escamas en diferentes zonas del cuerpo. Las repercusiones de la psoriasis afectan a la salud física y psicológica del paciente, incluso al ámbito social por el rechazo que producen sus lesiones y el miedo injustificado al contagio.
La labor conjunta de estudio de la enfermedad e información al paciente realizada en los últimos 10 años por médicos de atención primaria, enfermeros, dermatólogos, farmacéuticos de ofi cina de farmacia y asociaciones de pacientes ha ayudado de manera notable a detectar a muchos pacientes que no estaban diagnosticados. Pero juntos debemos seguir trabajando para aconsejar a los pacientes que no tiene sufi ciente información sobre la enfermedad, a los que no cumplen con el tratamiento farmacológico indicado, y a los que todavía siguen sin ser diagnosticados.
En esta enfermedad la labor del farmacéutico de ofi cina de farmacia tiene un papel fundamental. Debido a su cercanía con la población, podrá informar a aquellos pacientes que tengan dudas sobre su enfermedad, ayudar (mediante el seguimiento farmacoterapéutico) en la dherencia al tratamiento farmacológico, indicar (mediante la actuación farmacéutica en dermofarmacia) productos coadyuvantes a los fármacos y detectar personas con sospecha de psoriasis derivándolas al médico.
Criterios de derivación del médico
Para realizar una buena atención y actuación farmacéutica será necesaria una constante formación y actualización sobre esta enfermedad, sus avances en tratamientos y los protocolos de actuación. Y en estos protocolos será fundamental que estén bien defi nidos los criterios de derivación al médico.
• Menores de 18 años, embarazo o lactancia.
• Aparición de lesiones psoriásicas en paciente no diagnosticado.
• Reaparición de lesiones psoriásicas tras cese del tratamiento.
• Problemas relacionados con el tratamiento.
• El paciente no responde al tratamiento.
• El tratamiento produce reacciones adversas.
• No hay adherencia al tratamiento.
• Dolor e infl amación articular en pacientes con antecedentes de psoriasis.
Tipología de pacientes en la ofi cina de farmacia
En el día a día de nuestra profesión normalmente nos encontramos tres casos de pacientes relacionados con psoriasis; los que no han sido diagnosticados, los que han abandonado el tratamiento y los que siguiendo el tratamiento necesitan más información. El paciente no diagnosticado suele acudir a la ofi cina de farmacia ante la aparición de eczemas o placas eritematosas en codos o rodillas. La labor del farmacéutico será derivarlo al médico, recalcándole la importancia de tener un diagnóstico. Al mismo tiempo deberemos ofrecerle cuidados específi cos de dermofarmacia para una correcta higiene e hidratación y realizar una correcta educación sanitaria mediante consejos farmacéuticos.
El caso de los pacientes que abandonan el tratamiento es más complejo. Generalizando podemos decir que, son pacientes que han dejado el tratamiento al no ver los resultados que esperaban o pacientes a los que el tratamiento les produjo algún efecto secundario que no comunicaron al médico. A ellos debemos insistirles de la necesidad de volver a su médico y de la importancia de no abandonar tratamientos sin autorización. Estos pacientes no suelen seguir cuidados dermofarmacéuticos, por lo que es muy importante que realicemos una correcta actuación farmacéutica en dermofarmacia y empiecena utilizar productos adecuados de higiene e hidratación.
El tercer caso que suele aparecer en la ofi cina de farmacia, es el del paciente que cumple con sus tratamientos y se preocupa de su enfermedad. Suele ser un paciente informado que busca una buena actuación farmacéutica en dermofarmacia. A este paciente debemos resolverle dudas sobre su medicación, tratamientos coadyuvantes, nuevos productos, medidas higienico-dieteticas…
Consejos y recomendaciones
En la psoriasis, al igual que en otras enfermedades relacionadas con la piel, es muy importante seguir unos hábitos higiénico-sanitarios que ayuden a paliar los efectos sintomáticos y a no empeorar la enfermedad. Es labor del farmacéutico transmitir a los pacientes los siguientes
consejos:
• Para la higiene corporal evitar la utilización de productos agresivos (pH entre 4,5-5,5) y utensilios que puedan irritar la superficie de la piel.
• Secar a toques, sin frotar. El roce fuerte puede desencadenar un brote.
• Utilizar productos con avena para el baño, ya que contribuyen a mejorar la sensación de sequedad y picor por su efecto relajante.
• Para la higiene del cabello, utilizar champús con bases lavantes suaves que faciliten la retirada de productos específicos para psoriasis.
• No aplicar perfumes y colonias directamente sobre la piel.
• Evitar el rascado y mantener una correcta higiene de las uñas, bien recortadas, para evitarerosiones en la piel e infecciones.
• Mantener la piel hidratada para disminuir la sequedad, eliminar la descamación y aliviar el picor.
• Utilizar lociones, leches o bálsamos que tengan acción emoliente, suavicen la piel y aumenten su elasticidad.
• Algunas fi bras artifi ciales y la lana, así como el exceso de abrigo, pueden producir picor y empeorar el estado de la piel.
• La exposición a la luz solar y los rayos ultravioletas A (UVA) son benefi ciosos en muchos casos porque contribuyen a disminuir la hiperproliferación de células en las placas de psoriasis y a reducir la actividad infl amatoria de la piel, pero debemos recordar que algunos de los tratamientos son fotosensibilizantes.Ç
• Hay medicamentos que pueden agravar la enfermedad como es el caso de algunos antiinfl amatorios, antihipertensivos, medicamentos para el paludismo y aquellos que contengan yodo.
• Los tratamientos con corticoides no se deben suprimir de forma brusca, siempre siguiendo las indicaciones del médico prescriptor.
• Evitar factores de riesgo como son el consumo de tabaco y alcohol, estrés, obesidad, traumatismo, infecciones…
• Tener una dieta equilibrada y realizar actividad física moderada según recomendación médica.
En la ofi cina de farmacia deberemos realizar un seguimiento del paciente con psoriasis desde dos perspectivas; primero, deberemos realizar una correcta atención farmacéutica en el seguimiento farmacoterapéutico y después, una correcta actuación dermofarmacéutica para indicarle el adecuado tratamiento coadyuvante y educar sanitariamente al paciente mediante los consejos anteriormente citados.
Escrito por : Tomás Muret Ramón
