¿QUÉ ES UN ACEITE ESENCIAL?
El termino aceite esencial está recogido en la Farmacopea Europea. Se trata de una sustancia no grasa, compuesto por diversas moléculas liposolubles y volátiles de bajo peso molecular que se encuentra en los tejidos vegetales de las plantas aromáticas. Su característica es que
es una sustancia muy concentrada con acción terapéutica rápida y potente.
¿CÓMO SE OBTIENE UN ACEITE ESENCIAL?
El proceso más habitual a la hora de extraer el aceite esencial es realizando una destilación por arrastre de vapor de agua. Otro proceso de obtención es la presión en frío, utilizado cuando se trata de aceites esenciales que provienen de la cáscara de cítricos.
Una planta produce esencia. Con el proceso de destilación por arrastre de vapor de agua o por presión en frío obtenemos un aceite esencial.
¿QUÉ ES EL QUIMIOTIPO?
El quimiotipo es la molécula principal de un AE que condicionará su actividad terapéutica. Tendremos un quimiotipo u otro según las características que afectan a su entorno y su adaptación a este.
En farmacia es muy necesario conocer el quimiotipo para saber exactamente su actividad terapéutica. En su mayoría son antibióticos, antifúngicos, antinflamatorios o relajantes del sistema nervioso.
MÉTODOS DE ADMINISTRACIÓN DE LOS ACEITES ESENCIALES
• Vía tópica: puros o diluidos con un aceite vegetal. Es la vía preferente por su alta capacidad de penetración. Permite una acción local potente y su distribución sistémica. Utilizado para tendinitis, problemas circulatorios, refriados, gripes, micosis cutáneas, piojos entre otros.
• Vía oral: Siempre deben tomarse con un soporte adecuado (miel, aceite de oliva, miga de pan). Utilizado para trastornos digestivos o patologías internas. Encontramos aceites esenciales en formato cápsula para su administración. Es muy importante hacerlo bajo la recomendación de un profesional.
• Vía inhalatoria: Utilizada para trabajar el sistema respiratorio y el sistema nervioso. Vía no recomendada en asmáticos.
• Difusión: permite la difusión de los aceites esenciales en el ambiente para purificarlo o trabajar a nivel terapéutico.
PRECAUCIONES DE USO
Por muy natural e inocuo que pudiera parecer, es primordial hacer un uso responsable de los aceites esenciales, ya que se trata de dosis muy concentradas de activos de plantas con fines terapéuticos. Salvo por opinión de un experto, abstenerse de usar los aceites esenciales por vía oral durante los 3 primeros meses del embarazo, durante la lactancia y en niños menores de 7 años. Nunca los aplicaremos en los ojos, por vía intravenosa ni por vía intramuscular. En mucosas se diluirá al 1-10%.
¿PUEDO FORMULAR EN CASA?
El arte del uso de los aceites esenciales es la formulación. A medida que vamos aprendiendo a trabajar con ellos podemos crear nuestras propias sinergias. Siempre con el cuidado y la precaución por delante, se pueden elaborar fórmulas para favorecer la circulación, aliviar el dolor, aliviar las molestias digestivas o protegernos de las patologías invernales, entre otras.
TIPOS Y USOS DE LOS ACEITES ESENCIALES
Existen muchas variedades distintas de aceites esenciales. Entre los más conocidos encontramos:
• AE de Árbol de té (Melaleuca alternifolia): gran poder antibacteriano y antifúngico. Muy utilizado como repelente de piojos.
• AE de Manzanilla romana (Chamaemelum nobile): sirve como antin amatorio cutáneo o para el tratamiento de alteraciones digestivas. También podemos darle un uso sedante del sistema nervioso.
• AE de Lavanda (Lavandula officinalis): es el aceite esencial por excelencia debido a su polivalencia. Podemos usarlo como sedante, antiséptico y antinflamatorio cutáneo.
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