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Cuidado del cabello y las uñas después del verano

Cuidado del cabello y las uñas después del verano.Después del verano las consultasacerca del cuidado del cabelloy las uñas se disparan, yasea por los efectos del sol ola necesidad de fortalecerambos. El farmacéutico hade poder ofrecer una solucióncompleta

Desde la farmacia es importante que conozcamos cómo abordar determinados problemas relacionados con la piel, el cabello y faneras o anejos cutáneos; es decir, uñas, folículos pilosos, glándulas sebáceas y glándulas sudoríparas.
Estos problemas pueden verse agravados durante los meses de verano, especialmente una vez ya ha pasado, que es cuando más consultas nos llegan a las farmacias, coincidiendo con la vuelta a la rutina y al retomar los hábitos de cuidado diarios de nuestra piel, cabello y uñas (que quizá en algunos casos, por ejemplo, durante las vacaciones, hemos dejado algo abandonados).

La preocupación por la salud de las uñas y el cabello crece
El cuidado facial, el envejecimiento y los tratamientos antiedad y también cada vez más la protección solar y la preocupación por el fotoenvejecimiento son temas que tratamos diariamente en nuestros blogs y sobre los que recibimos muchas consultas durante todo el año en las farmacias.
Es precisamente, durante los meses de verano, cuando observamos un mayor interés o preocupación por el cuidado del cabello; tanto por su aspecto (proteger el color, evitar el encrespamiento, mejorar la hidratación y prevenir la aparición de puntas abiertas…), como por frenar o prevenir la caída estacional asociada al otoño o a consecuencia los tratamientos agresivos, durante estos meses, como ahora veremos. También aumentan las consultas sobre problemas de salud y aspecto de las uñas por diferentes motivos; ya sea porque solemos llevarlas más a la vista (por ejemplo, en el caso de los pies) y nos preocupa más su cuidado o por el uso de determinados tratamientos permanentes que las hayan podido dañar o debilitar o la aparición de hongos debidos a la humedad, al tipo de calzado, a las duchas de las piscinas, campamentos, etc.
Por todo ello, vamos a ver cómo realizar correctamente un consejo farmacéutico completo a través de una recomendación adaptada a cada necesidad.
Veamos pues, tres de las consultas más habituales durante el verano y una vez pasado el verano: (A) cómo proteger el cabello del sol durante estos meses y cómo recuperar el brillo y la hidratación después del verano, (B) cómo tratar o prevenir la caída capilar estacional y (C) cómo debe realizarse el cuidado integral de las uñas.

El cabello y el sol
La radiación ultravioleta solar altera la composición química, la estructura y el aspecto externo del cabello. Es el factor medioambiental que más agrede a nuestro cabello, provocando su decoloración (en los castaños se debe a la fotooxidación de la melanina, y en los rubios a la foto-
degradación de ciertos aminoácidos, como cistina, triptófano, tirosina, histidina, lisina y prolina), algo que preocupa mucho en los cabellos teñidos o con mechas, que son un porcentaje muy alto. La radiación UV solar también provoca la rotura de enlaces (puentes disulfuro) entre las cadenas de queratina, disminuyendo la resistencia y elasticidad del cabello. Igual que en nuestra piel, la formación de radicales libres, la oxida acelerando el fotoenvejecimiento, en el cabello provocan la ruptura de los enlaces disulfuro, que se ve aún más favorecida cuando llevamos
el cabello mojado, o por la humedad ambiental. También se daña la cutícula (proteínas y lípidos) abriéndose las escamas del cabello, empeorando su aspecto y dando lugar a un cabello más encrespado, desvitalizado, apagado y quebradizo.
Hay que destacar que en personas con poco cabello o con calvicie, es necesario indicarles que deben utilizar también fi ltros solares tópicos en dichas zonas, durante todo el año. Así, también estaremos previniendo el daño solar, las hiperpigmentaciones melánicas y melanocíticas, el eritema o quemadura solar y lesiones muy frecuentes como pueden ser las queratosis actínicas u otras más graves.
Pero, en la mayoría de casos, los pacientes/ clientes acuden a la farmacia para que les asesoremos sobre cuál es el protector solar más adecuado para su tipo de piel, buscando una textura lo más agradable posible y normalmente una fórmula que cumpla una serie de requisitos (particulares en cada caso, según alergias, prioridades o preocupaciones por la salud, el medio ambiente, etc…).
Y es en este momento cuando debemos realizar un consejo farmacéutico completo, es nuestra obligación realizar una divulgación y educación sanitaria desde la farmacia, e informarles, explicando la importancia de protegernos del sol:
1. Todo el año (adaptando la protección a la exposición solar que realicemos, al tipo de piel, al consumo de medicamentos en caso de ser fotosensibilizantes, etc.)
2. En rostro, cuerpo y cabello (exponiendo las consecuencias anteriores de forma resumida y sencilla para que el paciente/cliente conozca la importancia y los riesgos).
3. Y especialmente los meses de verano, completando este consejo con un tratamiento que incluya la protección solar vía oral (nutricosmético).

Por tanto, nuestro consejo farmacéutico integral para el cuidado del cabello constará de:
1. Higiene capilar con champú suave para uso frecuente; ya que, durante estos meses debido al calor, solemos lavar más a menudo el cabello. Especialmente, debemos retirar los restos de sal o cloro que hayan quedado en el cabello si hemos estado bañándonos en el mar o piscina, para evitar que debiliten el cabello y deterioren las fi bras.
2. Hidratar el cabello para reparar el daño UV causado por los radicales libres en las fi bras capilares, restaurándolas para mejorar el brillo, la suavidad y facilitar el peinado disminuyendo la rotura. Con activos como el acetato de tocoferol, el extracto de la semilla de girasol (efecto protector del color) y sustancias protectoras, nutritivas y reparadoras como el aceite vegetal de monoi, coco o aguacate, o ceramidas, ésteres grasos, proteínas, etc… Junto a sustancias acondicionadoras y calmantes como el pantenol o el bisabolol. También hay que destacar la acción protectora y reparadora benefi ciosa para el cabello del aceite de Argán puro, ya que por su composición altamente rica en ácidos grasos esenciales (ácido oleico, ácido linoleico o vitamina F, ácido alfa-linolénico, ácido gamma-linolénico), tocoferoles o vitamina E, es un  ratamiento intensivo e ideal para restaurar la fi bra y aportarle fuerza, fl exibilidad y brillo. Aplicaremos estos tratamientos de 1 a 2 veces por semana para aumentar la resistencia y elasticidad del cabello.
3. Protección solar: debemos recomendar el uso de gorra o sombrero si estamos muchas horas al aire libre para evitar las altas temperaturas en el cabello y también, aplicar cosméticos específi cos para la protección del daño UV solar en el cabello, que contengan fi ltros para la radiación UVB y UVA.
4. Para proteger tanto la piel como el cabello de forma integral y con mayor garantía y mejores resultados, sin duda, debemos completar nuestra recomendación con complementos alimenticios a base de antioxidantes, zinc, silicio, hierro, vitamina H (biotina), vitamina E, queratina, ácidos grasos esenciales y vitaminas del grupo B, activos vegetales que mejoren la microcirculación como el extracto de Vid o el Ginkgo, que contribuirán a una protección solar vía oral y a la reparación de las fi bras capilares.
5. Otros consejos saludables para el cabello son: evitar el uso excesivo de lacas o espumas que contengan un alto porcentaje de alcohol para no deshidratar la fi bra, evitar llevar el cabello largo húmedo o mojado recogido muchas horas con una coleta para no favorecer la rotura (ya que, como hemos visto, se romperán más fácilmente los cabellos) y no abusar del calor (planchas o secadores a altas temperaturas).

En conclusión, debemos trasmitirle al paciente la importancia del cuidado del cabello para prevenir el daño de estos efectos, que darán lugar a un cabello sin brillo, áspero, quebradizo y poco saludable y que incluso pueden favorecer la caída capilar durante o tras el verano.

Caída estacional del cabello
Se trata de una consulta muy frecuente en las farmacias, sobre todo durante el otoño y también a la vuelta de las vacaciones de verano, especialmente, si no se han tenido en cuenta los cuidados anteriores.
Por eso, es importante conocer cuál debe ser el consejo farmacéutico en estos casos, saber la causa (si es posible) realizando unas breves preguntas al paciente/cliente sobre sus hábitos diarios, cosméticos etc… y realizar en la farmacia, protocolos para todo el equipo, tanto para aquellos casos en los que podamos realizar una recomendación inmediata, como para aquellos casos en los que debemos derivar al médico, basándonos en los criterios de derivación médica según las guías y protocolos consensuados actuales. Por ejemplo, cuando sospechemos de una alopecia androgenética, o de origen inmunológico (como es el caso de alopecia areata), o por medicamentos (aunque en estos casos, casi siempre, suelen ser a causa de tratamientos en los que la/el paciente ya conoce previamente este efecto secundario). Ya que en este artículo no vamos a profundizar en todos los tratamientos que podemos recomendar desde la farmacia para las diferentes alopecias, puesto que supondría otro artículo completo dedicado exclusivamente a ello, vamos a centrarnos en aquellas consultas capilares o tipos de caída derivadas del verano.
Los dos tipos de caída capilar más habituales que nos encontraremos en la farmacia en esta época y en los que podemos realizar un consejo farmacéutico integral, son:
• La alopecia por tratamientos químicos o mecánicos es una causa frecuente de caída en esta época del año debida al uso excesivo de tintes, decoloraciones, al abuso de aparatos térmicos, a la exposición solar sin los correctos cuidados de protección solar, hidratación-reparación posteriores, o en cabellos debilitados tras repetidos tratamientos químicos de alisado, etc…
En estos casos el consejo farmacéutico integral constaría de los 5 puntos anteriores (vistos en el apartado A), reforzando la acción del tratamiento nutritivo y reparador y haciendo hincapié en el nutricosmético específi co para mejorar el estado de salud del cabello, y  complementando la recomendación con una loción tópica semanal de indicación farmacéutica.
• En el caso de una caída estacional, que es más frecuente en otoño y primavera, debido a que los ciclos del cabello se alteran y se observan mayores pérdidas, realizaremos un tratamiento específi co twincosmético. Es decir, potenciando la acción de la loción tópica más adecuada (de indicación farmacéutica), explicándole al paciente la pauta correcta para garantizar la máxima efi cacia del tratamiento y completándolo con el nutricosmético específi co para fortalecer los nuevos cabellos y frenar la caída. Que contenga zinc, silicio, hierro, vitamina H (biotina), vitamina E, queratina, ácidos grasos esenciales, vitaminas del grupo B, extractos vegetales que mejoren la microcirculación como el de Vid, aminoácidos azufrados y bisabolol, entre otros.
En general, este tipo de caída capilar suele durar poco tiempo y tener buena respuesta a los tratamientos cosméticos y nutricosméticos. Que recomendaremos realizar, según el caso, entre 3 y 6 meses de forma continua.

Cuidado integral de las uñas
Las uñas están compuestas por capas laminadas de queratina y crecen desde la base de la uña, debajo de la cutícula. Las uñas sanas, en general, presentan un aspecto liso, sin marcas, ni surcos y su color y consistencia son uniformes.
Las consultas más frecuentes por problemas en la salud de las uñas durante el verano y una vez pasado el verano, son; los hongos en las uñas (onicomicosis) infección causada por Trichophyton o Candida albicans, los cambios de color en la uña (cromoniquia) causados por colorantes, nicotina, fármacos, infecciones fúngicas, etc…, la lámina ungueal blanda o debilitada (onicomalacia) por productos químicos, lavado excesivo de las manos, manicuras agresivas, también consultas por fi suras y roturas longitudinales de la lámina ungueal (onicorrexis) tradicionalmente asociado a la falta de minerales, o las uñas frágiles o quebradizas (onicosquicia) causadas por productos químicos, quitaesmaltes agresivos, limado excesivo, mala alimentación, etc...
Respecto a las infecciones por hongos, que suelen ser muy frecuentes estos meses, debemos destacar que cualquier persona puede tener una infección micótica en las uñas, pero estas infecciones son más comunes en adultos mayores de 60 años, o personas cuyo sistema inmunológico está comprometido por medicamentos o estados de salud concretos. Y son especialmente comunes en las pacientes que tienen diabetes o problemas de circulación.
Algunos síntomas que podemos observar en la farmacia, característicos de una infección por hongos son: una alteración del color (por lo general, blancas o amarillas), uñas quebradizas, que se descaman con facilidad, o tienen bordes rugosos e irregulares, gruesas o separadas del lecho ungleal, que presenten una ondulación hacia arriba o hacia abajo, o están deformadas.
Tratamientos en onicomicosis: En la mayoría de casos, el paciente nos consulta en la farmacia por esta patología sin un diagnóstico médico, por lo que debemos confirmar el diagnóstico. Los tratamientos de venta libre para los hongos de las uñas, a no ser que la infección sea muy reciente y localizada, muestran poca efi cacia respecto a los medicamentos de prescripción médica. Los más prescritos en forma de lacas de uso tópico y utilizados como tratamientos de primera elección, por presentar menos efectos adversos que los tratamientos vía oral, son: la Amorolfi na tópica al 5 %, Ciclopirox olamina al 8 % o el Tioconazol al 28 %. Debemos explicarle al paciente cómo aplicar correctamente el tratamiento tópico prescrito por el facultativo, e insistir en la pauta prolongada para conseguir erradicar defi nitivamente la infección. Si la  infección está muy extendida, la segunda línea de tratamiento (por presentar mayor toxicidad y efectos adversos) son los antifúngicos vía oral (Terbinafi na, Fluconazol, Itraconazol habitualmente, en la pauta prescrita por el médico que será variable según el paciente y las características de la infección).

El consejo farmacéutico para unos correctos hábitos en el cuidado de la salud de las uñas de pies y manos, pasará por recordar a nuestros pacientes las siguientes recomendaciones:
• Mantener las uñas secas y limpias. Esto evitará el crecimiento de bacterias debajo de las uñas. Y utilizar guantes de goma con interior de algodón para limpiar, o al utilizar sustancias químicas fuertes.
• Practicar una higiene adecuada de las uñas. Usando tijeras de manicura afi ladas o un alicate y cortando las uñas en forma recta y redondea las puntas formando una curva suave.
• Hidrata las manos y las uñas (realizando un suave masaje en las cutículas), con cremas emolientes a base de aceites vegetales como el aceite de onagra, de borraja, o argán, que contengan ácidos grasos esenciales, para restablecer los lípidos de la uña y a mantener la elasticidad y la humectación de la queratina.
• Utiliza cosméticos fortalecedores de uñas en caso de uñas debilitadas, preferiblemente libres de sustancias químicas agresivas.
• Los complementos alimenticios (nutricosméticos) que contengan queratina, ácidos grasos esenciales, vitaminas, minerales y biotina van a contribuir a fortalecer las uñas débiles o quebradizas.
• No te muerdas las uñas, ni arrastres las cutículas o quites los padrastros. Estos hábitos pueden dañar el lecho ungueal, incluso favorecer la colonización por bacterias u hongos y provocar una infección.
• No uses productos agresivos de cuidado para uñas. Cuando utilices quitaesmalte, elige una fórmula sin acetona y preferiblemente enriquecida con aceites vegetales que ayudarán a proteger la uña e hidratarla.
• Evita los esmaltados permanentes y los tratamientos químicos agresivos que pueden debilitar y alterar la salud de las uñas. 
• Si aprecias alguna alteración o problema en las uñas, consulta a tu farmacéutico o médico.
• Respecto a las uñas de los pies; utiliza calcetines 100% algodón, cambia los calcetines cuando estén húmedos debido al sudor o si se mojan los pies, utilizar calcetines limpios y secos todos los días.
• También podemos prevenir el exceso de sudación y ayudar a mantener los pies secos, así como prevenir la formación de hongos, aplicando formulaciones en polvo con activos antimicóticos, dentro de los calcetines o del calzado.
• Utiliza calzado con buen apoyo y preferiblemente, evitar el calzado en punta, que presiona y junta los dedos del pie. 
• Evita caminar descalzo en áreas públicas, como vestuarios, etc.

Conclusiones: 5 claves para el consejo farmacéutico en Dermofarmacia

1. Conocer las principales patologías y consultas estacionales para poder ofrecer soluciones y mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes.
2. Establecer protocolos de actuación para todo el equipo de la farmacia, de modo que estandaricemos el consejo, la formación y la información al paciente.
3. Tener en cuenta la alimentación, estado de salud y medicación del paciente, para poder realizar un consejo farmacéutico personalizado.
4. Conocer los criterios de derivación al médico en cada caso. 
5. Actualizar nuestros conocimientos y conocer las novedades que van apareciendo en el mercado, tanto de indicación farmacéutica, como de prescripción médica.

Escrito por : Mª Paz Arnau Ferragut

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