El déficit de contacto con la naturaleza tiene enormes repercusiones en los niños, según los expertos. Este fue uno de los temas que se trataron en el marco del 31 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (sepeap), celebrado en Santander del 19 al 21 de octubre de 2017.
Una urgencia para la especie
Las consecuencias de que los niños no pasen más horas en contacto con la naturaleza son varias pero, entre ellas, destacan trastornos de neurocomportamiento, déficit de atención, hiperactividad, impulsividad, déficit de vitamina D por no tomar el sol necesario, una peor función pulmonar por no ejercitar la ventilación en un aire limpio, impronta cardiovascular y, por supuesto, un menor rendimiento escolar. Así lo explicó el médico ambiental Juan Antonio Ortega en su conferencia “Las cuatro AES: Agua, Aire, Alimentación y Amor” en el 31 Congreso Nacional de sepeap. El pediatra murciano hacía un llamamiento a la comunidad de profesionales de la salud para “recuperar el contacto con la madre naturaleza en todas sus formas” como una de las herramientas terapéuticas más importantes para los pediatras y profesionales de la salud en el siglo XXI. Además, el pediatra especificó que recuperar el contacto con la naturaleza “es una urgencia para nuestra especie”.
Los niños que pasan más tiempo jugando al aire libre, ya sea la calle o el parque, tienen un mejor índice académico. “La reconexión de la población pediátrica con una dosis extra de naturaleza es la mejor vacuna, porque ahorrará muchos daños a los niños y niñas en los siguientes años”, en palabras del médico Juan Antonio Ortega.
Impacto del medio ambiente en los niños pequeños
El impacto del medio ambiente en la población pediátrica es mucho mayor que en el caso de los adultos. Esto se debe a que los niños exploran su entorno con las manos, tocándolo todo, y llevándose continuamente los objetos a la boca.
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