- Fortalece el sistema inmunológico. Muchos de los opositores a la convivencia entre niños y animales domésticos alegan que las mascotas son fuente de enfermedades e infecciones, lo que puede perjudicar la salud del niño. Sin embargo, numerosos estudios científicos concluyen que los niños que se crían junto a animales suelen tener un sistema inmunológico más fuerte y ser más resistentes a alergias y otras enfermedades. Por lo tanto, salvo que el pequeño tenga algún problema de salud, el contacto con una mascota no tiene por qué estar desaconsejado.
- Contribuye al desarrollo socio-emocional de los niños. Los niños que crecen con un animal doméstico suelen ser más sociables y empáticos. El contacto con otros seres vivos les enseña a respetar a los demás, a compartir, a comprender las necesidades ajenas y a transmitir amor y cariño.
Además, las mascotas son amigos fieles en los que los niños pueden encontrar mucho apoyo y diversión. - Les enseña a ser más responsables. Como bien sabemos, las mascotas tienen sus necesidades y requieren unos cuidados. Aunque esto a veces se ve como una desventaja, lo cierto es que puede tener efectos muy beneficiosos en los niños que colaboran en estas labores. Cuidar a un animal les enseña a ser más maduros y responsables, además de que compartir tareas les ayudará apreciar el trabajo en equipo.
- Mejora su estado físico y sicológico. Las mascotas, especialmente los perros, requieren actividad, paseos y juegos. Cubrir esas necesidades hace que tanto niños como adultos se activen y se alejen de la vida sedentaria, lo que repercute de forma muy positiva en la salud física y mental.
- Es una fuente de estímulos. Los niños pequeños requieren estimulación continua y los animales pueden ser una buena opción. Las mascotas siempre están a nuestro alrededor hambrientas de atención, con ganas de jugar y de que las mimen; por lo que los niños que conviven con ellas tienen constantemente algo que observar o con quien interactuar.
- Es terapéutico. Las mascotas pueden ser muy beneficiosas para los niños que padecen determinados trastornos de conducta, emocionales o de desarrollo. El contacto con animales les ayuda a sociabilizar, a reducir el estrés y la ansiedad, y a sentirse queridos y apoyados. Por este motivo, los animales domésticos se recomiendan como coadyuvante en muchas terapias.
- Les ayuda a entender las etapas de la vida. Los animales domésticos viven menos que las personas, por lo que los niños pueden ser testigo, a través de la vida de sus mascotas, de muchos procesos vitales. Esto les ayudará a comprender e interiorizar mejor conceptos como la reproducción, el nacimiento, la enfermedad o la muerte.