Con la llegada del calor en verano, el ambiente se convierte en caldo de cultivo de virus, bacterias o parásitos, que proliferan a sus anchas y provocan patologías infantiles propias de esta época como las gastroenteritis o las otitis. Además, durante estos meses vuelven los temidos mosquitos. En este artículo planteamos algunas soluciones que podemos recomendar desde la oficina de farmacia para prevenir y cuidar la salud de los más pequeños durante esta época. Los niños y niñas son la parte de la población más sensible a estos “inconvenientes” veraniegos.
Durante las vacaciones se incrementa el tiempo que los pequeños dedican a realizar actividades como bañarse en la playa o la piscina y jugar al aire libre. Esto hace que estén expuestos a factores que pueden, en el caso de no estar bien controlados, de-sencadenar un proceso patológico que, por lo general, no tiene gravedad, pero que puede impedir disfrutar del verano y las vacaciones al 100%. Es muy importante conocer las causas y síntomas para lograr un tratamiento efectivo, así como para poder tomar las medidas necesarias para su prevención.
Picaduras de insectos
En la época estival los niños realizan un gran número de actividades al aire libre. Actividades que se van a realizar tanto en parques y jardines, como en la playa o la montaña. En estos lugares, con la llegada del buen tiempo, la población de insectos, arácnidos y otra serie de invertebrados se ve multiplicada. Los niños son curiosos por naturaleza y, por lo general, al encontrarse con este tipo de seres vivos, suelen estudiarlos con detenimiento, llegando incluso a cogerlos para una mejor observación. Esto puede provocar alguna que otra picadura que, si bien no suele ser grave, puede llegar a ser muy molesta. Lo mejor en estos casos es la prevención. Para ello, los pequeños deberían llevar ropa cómoda, que transpire y cubra la mayor parte de la piel. Existen también una serie de repelentes que hacen que los insectos no se acerquen a la piel de los niños. Estos productos han mejorado mucho con el paso del tiempo y son bastante inocuos. Se pueden encontrar en diferentes formatos, desde los clásicos sprays hasta pulseras ahuyentadoras muy prácticas para los padres. Si nos referimos a productos naturales, podemos recomendar los que estén elaborados con citronela o geranio, ambos repelentes naturales de insectos. Las picaduras provocan un enrojecimiento en la zona del pinchazo, que suele cursar con hinchazón, picor y calor. Suelen ser lesiones leves pero muy molestas. Para tratarlas podemos aconsejar cremas emolientes y calmantes, que van a aliviar la zona lesionada. En este sentido, señalar que los productos que aprovechan los beneficios del árbol del té calman de inmediato esta sensación.
Gastroenteritis
En verano estos procesos digestivos son, en su mayoría, de origen vírico, siendo las más frecuentes las producidas por intoxicación alimentaria debido a una mala manipulación de los alimentos. Estos cuadros suelen afectar a todo el núcleo familiar del niño y tienen su origen en la ingesta de un determinado alimento. Los alimentos más comunes en este tipo de patología son el pollo y el huevo, así como los alimentos derivados de estos. Suelen aparecer de manera brusca, siendo los síntomas más frecuentes los vómitos y náuseas, por una parte, y las diarreas, por otra. El signo de preocupación más grave en relación a ellas es la posible deshidratación del niño. El tratamiento de estas gastroenteritis tiene como objetivo principal recuperar el equilibrio hídrico y osmótico del niño. Las soluciones hiposódicas de rehidratación oral, de venta en nuestras farmacias, van a ser las más adecuadas para tratar estos síntomas. No se recomienda la ingesta de bebidas azucaradas, porque pueden provocar un desequilibrio osmótico importante. En relación a la ingesta de comida, en los últimos tiempos se está recomendando una dieta normal, sin forzar, acorde a la edad del niño, evitando periodos prolongados de ayuno. En caso de que el niño no tolere estas soluciones de rehidratación o que los vómitos y diarreas persistan en el tiempo, se deberá acudir al médico para que valore la situación clínica del niño.
Reglas básicas de manipulación de los alimentos
Para prevenir estas crisis alimentarias, deben aplicarse unas reglas básicas en la manipulación de los alimentos:
- Elegir alimentos tratados con fines higiénicos.
- Cocinarlos bien.
- Consumir inmediatamente los alimentos cocinados. Guardarlos cuidadosamente lo que haya sobrado.
- Recalentar adecuadamente los alimentos ya cocinados.
- Evitar el contacto entre los crudos y los cocinados.
- Lavarse a menudo las manos.
- Mantener escrupulosamente limpias las superficies de la cocina. Mantener los alimentos fuera de contacto con insectos y roedores.
- Utilizar siempre agua potable para cocinar.
Otitis externas
Una de las actividades favoritas de los niños durante el verano está relacionada con el uso y disfrute del agua. Las otitis externas, conocidas popularmente como otitis del nadador, son una de las patologías más frecuentes que padecen los niños en verano. La causa es la presencia de agua y humedad en el oído debido a la inmersión del niño en el agua de piscinas, playas, lagos, etc. El síntoma más recurrente, y el motivo de muchas consultas, es el dolor.
El tratamiento de estas otitis requiere la aplicación de antibióticos tópicos y antiinflamatorios. En casos más graves, puede requerir la ingesta oral de antibióticos y antiinflamatorios para mitigar los síntomas. La automedicación está totalmente contraindicada, y esto es algo que hay que recordar a los padres y/o cuidadores. También es importante recordar que la introducción en el oído de diversos objetos, especialmente bastoncillos. Además de que no van a mejorar la infección, aumentan el riesgo de perforar el tímpano, agravando la otitis y el estado de salud del niño en general. La prevención en estos casos es clave. Cuando hablamos de prevención nos referimos a la utilización de gorros y tapones específicos para nadar, que van a impedir la entrada de agua en los oídos. Tras el baño es recomendable secar los oídos con la toalla así como retirar los tapones para favorecer el secado y reducir la cantidad de humedad que pueda alojarse en ellos. Mantener una buena higiene en las fosas nasales con ayuda de suero fisiológico también ayuda en la prevención de las otitis externas.