Entre las patologías más frecuentes propias de esta época del año se encuentran las picaduras de insectos, gastroenteritis y las otitis externas. Es muy importante conocer sus causas y síntomas para lograr un tratamiento efectivo así como para poder tomar las medidas necesarias para su prevención.
Picaduras de insectos
En la época estival los niños realizan un gran número de actividades al aire libre. Actividades que se van a realizar tanto en parques y jardines, como en la playa o la montaña. En estos lugares, con la llegada del buen tiempo, la población de insectos, arácnidos y otra serie de invertebrados se ve multiplicada. Los niños son curiosos por naturaleza y, por lo general, al encontrarse con este tipo de seres vivos, suelen estudiarlos con detenimiento, llegando incluso a cogerlos para una mejor observación. Esto puede provocar alguna que otra picadura que, si bien no suele ser grave, si puede llegar a ser muy molesta.
Lo mejor en estos casos es la prevención. Para ello los pequeños deberían llevar ropa cómoda, que transpire y cubra la mayor parte de la piel. Existen también una serie de repelentes que hacen que los insectos no vayan a la piel de los niños. Estos productos han mejorado mucho con el paso del tiempo y son bastante inocuos. Se pueden encontrar en diferentes formatos, desde los clásicos sprays hasta pulseras ahuyentadoras muy prácticas para los padres.
Las picaduras de insectos provocan un enrojecimiento en la zona del pinchazo, que suele cursar con hinchazón, picor y calor. Suelen ser lesiones leves pero muy molestas. Para tratarlas hay cremas emolientes y calmantes que van a aliviar la zona lesionada.