Eduardo González Zorzano, experto médico de Cinfa, asegura que “Basta con una toalla, una lendrera, un buen pediculicida, un repelente de piojos y un poco de paciencia para eliminarlos de una vez por todas". Hay que llevar a cabo varios pasos, siguiendo siempre las instrucciones del fabricante del producto y el farmacéutico. Es importante actuar al notar picor en el cuero cabelludo o cuando se sabe de casos recientes de piojos en el entorno familiar o escolar. Para ello se debe examinar el pelo de la persona infestada con una lendrera, que servirá para arrastrar los piojos mechón a mechón.
Si se confirma la presencia de piojos, se debe aplicar el pediculicida y masajear la zona para asegurar que el producto llega a todo el cabello. Un champú cosmético deja el cabello suave y facilitará el paso final: peinar el cabello con una lendrera para retirar los piojos muertos y las liendres. Para evitar que vuelvan a resurgir, hay que repetir la misma operación una semana después. Además, es importante revisar el cabello de los niños constantemente para prevenir la infestación de piojos.
Los piojos suelen transmitirse más entre las niñas por los juegos que suelen realizar, en los que están más juntas y abrazadas. Por otro lado, si un hijo tiene piojos y el otro no se debe evitar el contacto entre cabezas de los menores y evitar que compartan objetos que tengan contacto con el cabello. Otra clave para acabar con los piojos es no compartir toallas en las piscinas o en los vestuarios. Por último, los piojos son parásitos humanos y por esa razón los animales de compañía no pueden transmitir piojos.