El informe se ha elaborado a partir de los datos recogidos en una encuesta realizada entre padres y madres, profesores, pediatras y profesionales de la salud mental de todo el territorio español, para tratar de detectar nueva necesidades, mejorar la prevención, la detección precoz y proponer recomendaciones para mejorar el abordaje de los problemas de conducta.
La gran mayoría de los profesionales encuestados para el informe afirma haber detectado un aumento en las demandas por problemas de conducta (96% de pediatras), convirtiéndose en la principal causa de consulta sobre salud mental, según psicólogos y psiquiatras.
Además de la situación económica, los cambios experimentados en la sociedad respecto a las estructuras familiares en los últimos años, junto a un auge de valores como el individualismo, la necesidad de recompensa inmediata o la poca tolerancia al malestar, han comportado un aumento de los trastornos de comportamiento que afectan al entorno del menor. Una situación que tiene un gran impacto en el ámbito familiar y educativo.
¿Cómo podemos detectarlos?
Se estima que uno de cada cinco niños tendrá a lo largo de su infancia o adolescencia algún trastorno de conducta. Se trata de un problema de salud más frecuente entre los chicos que las chicas y cuya mayor prevalencia se da entre los 13 y 16 años.
Existen diferentes situaciones de riesgo que pueden provocar la aparición de trastornos de comportamiento, entre las que se pueden destacar:
- Situaciones personales: comportamiento disocial, inicio precoz de conductas agresivas, pocos vínculos sociales, abuso de sustancias, impulsividad, baja capacidad de atención, actitud negativa ante lo escolar, bajo rendimiento académico, baja tolerancia a la frustración, pérdida de valor a la autoridad
- Situaciones familiares: padres que no tienen tiempo de estar con sus hijos, familias desbordadas, control parental inadecuado, falta de comunicación y conocimiento de los problemas de los hijos, bajo nivel socio-económico y padres abusivos o ruptura con el hogar en la infancia.
Las principales características de estos trastornos suelen ser:
- Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH): es el trastorno que genera mayor número de visitas a los servicios de salud. Se caracteriza por la dificultad para mantener la atención, hiperactividad o exceso de movimiento e impulsividad. Su incidencia está entre el 3% y el 7% de la población, siendo más frecuente entre los chicos.
- Trastorno Disocial: su principal característica es reincidir en comportamientos que atentan contra los derechos de los demás o las normas sociales. Por ejemplo, comportamientos agresivos, acosar o amenazar a otros, iniciar peleas, uso de armas, robos, etc. Se calcula que la prevalencia en la población general es de entre 1,5 y 3,4% y es más prevalente entre los varones.
- Trastorno Negativista Desafiante (TND): sigue un patrón de comportamiento negativista, desafiante, desobediente y hostil hacia las figuras de autoridad. Se caracteriza por actitudes como accesos de cólera, discusiones con adultos, hacer deliberadamente cosas que molestan a los demás, ser quisquilloso, mostrarse rencoroso o vengativo. Aproximadamente afecta entre un 3% y un 8% de los niños, siendo entre 2 y 3 veces más frecuentes en niños que en niñas.