La dermofarmacia, cada vez más, representa una fuente importante de ingresos para la oficina de farmacia. Si a esto le sumamos el boom de las redes sociales como Instagram, el consumidor tiene cada vez más información y es más exigente a la hora de encontrar los productos cosméticos que mejor se adapten a sus necesidades.
Pero, ¿qué es lo que busca el consumidor actual y cuáles son las nuevas tendencias en dermofarmacia?
Lo primero de todo y más importante, y en lo que siempre incidimos en la oficina de farmacia es en la limpieza facial. Antes esta limpieza era sencilla con un jabón o una agua micelar, pero ahora la doble limpieza ha ganado mucha fuerza. La doble limpieza nocturna consiste en utilizar dos productos: primero uno en base oleosa que ayude a retirar el exceso de sebo, los restos de maquillaje, protección solar y polución. A continuación se recomienda utilizar un producto en base acuosa para eliminar restos del limpiador al aceite y sudor.
Con el uso de la mascarilla, una de las zonas más visibles en el rostro son los ojos y por ello ha crecido mucho la demanda de productos específicos para el contorno de ojos. Existen multitud de productos en el mercado para tratar las diferentes necesidades: arrugas, patas de gallo, flacidez en el párpado, bolsas, ojeras vasculares o pigmentadas... Es necesario usar un producto adaptado para ello porque están testados oftalmológicamente y formulados para aplicar en esta zona dónde la piel es mucho más fina que es el resto del cuerpo.
Invertir en un buen sérum antioxidante es otra de las tendencias en dermofarmacia que ha ganado mucha fuerza en los últimos años. Cada vez existen más estudios que demuestran los efectos negativos de los rayos UV, la radiación infrarroja, la contaminación, la luz azul emitida por los dispositivos electrónicos y el estilo de vida (estrés, alimentación) que provocan un envejecimiento prematuro. Los antioxidantes como la vitamina C, vitamina E, ácido ferúlico, niacinamida, melatonina, phloretina, resveratrol tienen la capacidad de neutralizar estos radicales libres previniendo y mejorando el aspecto de las líneas de expresión, las arrugas, la flacidez, el tono y luminosidad de la piel.
El protector solar se ha convertido en un indispensable en todas las rutinas faciales. Cada vez somos más conscientes de los efectos nocivos de la radiación solar y no sólo durante los meses de verano. El sol es responsable del 80% del envejecimiento y es necesario fotoprotegernos todos los días, incluso durante los meses de invierno y los días nublados.
La radiación UVA constituye el 95% de la radiación ultravioleta que llega a la tierra y esta atraviesa nubes, cristales y la epidermis, llegando a las células de la dermis. Es responsable del fotoenvejecimiento (pérdida de firmeza y arrugas) hiperpigmentaciones y cáncer de piel.
La luz visible, entre la cual se encuentra la luz azul, procedente a parte de la radiación solar de ordenadores, móviles, tablets o luces LED es responsables del ya conocido “envejecimiento digital”. La exposición a esta luz aumenta la producción de radicales libres provocando un estrés oxidativo y fotoenvejecimiento. Además, causa activación de los melanocitos ya que tienen receptores específicos para la luz azul (OPSIN3), y por tanto, hiperpigmentaciones. Hay que tener presente que la luz visible procedente de la radiación solar también atraviesa nubes y cristales.
Los activos transformadores son los activos de moda y los más demandados en la oficina de farmacia. Entre estos se encuentran los retinoides (ácido retinoico, retinol, retinaldehído y derivados) y los hidroxiácidos (alfahidroxiácidos, betahidroxiácidos, polihidroxiácidos).
Los retinoides favorecen la renovación celular y mejoran la textura de la piel, reducen la apariencia de las arrugas y líneas de expresión, disminuyen la producción de sebo porque atrofian las glándulas sebáceas, unifican el tono de la piel con una reducción de las manchas (se asocian muchas veces a tratamientos despigmentantes), estimulan la formación de colágeno, elastina y ácido hialurónico: esto hace que mejore la firmeza, la elasticidad y la hidratación de la piel, tienen efecto antioxidante porque previenen la disminución de la enzima superóxido dismutasa durante el estrés oxidativo.
Los hidroxiácidos están indicados en el tratamiento de arrugas y finas líneas de expresión, en hiperpigmentaciones y para mejorar la textura de la piel. Los polihidroxiácidos son alfahidroxiácidos de segunda y tercera generación con una estructura química más larga, menos irritantes e indicados en pieles más sensibles.
En los últimos años se ha puesto muy de moda la cosmética natural, vegana o los productos cruelty free. Hay que tener presente que un cosmético natural no quiere decir que sea seguro y que este no pueda provocar dermatitis irritativas o alérgicas. Pueden estar formulados con ingredientes naturales pero no estar exentos de incluir alérgenos de declaración obligatoria en su formulación (cinnamal, citral, eugenol, geraniol...).
Siguiendo con los claims “natural” o “inocuo”, muchas marcas también han querido hacer mención a “cruelty free” o “no testado en animales”. Es necesario saber que hay una normativa, el reglamento 1223/2009 sobre productos cosméticos donde dice expresamente “queda prohibida la comercialización e introducción en el mercado de productos cosméticos cuya formulación final o ingredientes hayan sido objeto de ensayos en animales”.
La dermofarmacia está ganando cada vez más importancia, y la oficina de farmacia se está convirtiendo en el lugar dónde ir a buscar una rutina cosmética o una recomendación sobre productos cosméticos. Está en nuestras manos seguir generando confianza al consumidor conociendo lo que estamos vendiendo y recomendando. Como he dicho al principio, cada vez hay más información y el consumidor está cada día más informado acerca de las últimas tendencias en cosmética y dermofarmacia.
