En los últimos años, el cambio climático ha tenido un impacto significativo en las alergias estacionales, dilatando la duración de la estación alérgica e intensificando los síntomas. Entre los principales responsables de este fenómeno encontramos el ascenso de las temperaturas y el aumento de las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera, que inducen a algunas plantas a producir más polen anticipando el inicio de la estación alérgica y aumentando así el período de exposición a los alérgenos1.
Un futuro que se deberá monitorizar para los alérgicos
El ascenso de las temperaturas favorece períodos de polinización precoces y prolongados, creando una especie de «larga primavera»: esto significa que las plantas empiezan a florecer antes y siguen produciendo polen durante períodos más prolongados. La contaminación atmosférica puede empeorar la situación, aumentando la sensibilidad de las vías respiratorias, que también se ven afectadas por fenómenos meteorológicos extremos capaces de influir en la distribución y la concentración de los pólenes en el aire.
¿Cuáles son los síntomas de las alergias estacionales?
Las alergias estacionales son un problema creciente, a causa de los cambios climáticos y de la contaminación atmosférica también, que afecta tanto a los adultos como a los niños. Los síntomas de las alergias estacionales pueden ser leves o graves e influir significativamente en la calidad de vida. Entre los síntomas principales encontramos:
- Estornudos e irritación de la mucosa nasal: los estornudos son una reacción de defensa común cuando el cuerpo intenta expeler los alérgenos inhalados y pueden ser repetitivos y molestos.
- Goteo nasal (rinorrea) o congestión nasal: la nariz puede producir un exceso de moco para atrapar y eliminar los alérgenos, causando la sensación de goteo nasal. Por el contrario, la congestión nasal se verifica cuando la mucosa que reviste las fosas nasales se inflama y se hincha limitando el flujo de aire.
- Enrojecimiento y prurito en los ojos: el prurito es una respuesta del sistema inmunitario a la exposición a los alérgenos, mediada por la liberación de histamina. Esto puede provocar enrojecimiento, hinchazón y sensación de prurito, irritando especialmente los ojos.
- Excesivo lagrimeo: como mecanismo de defensa, los ojos pueden producir lágrimas para diluir y eliminar el alérgeno, reduciendo la inflamación y protegiendo la superficie ocular.
Los médicos y los farmacéuticos juegan un papel crucial en la gestión de estos trastornos. La primera línea de defensa y prevención contra las alergias estacionales es intentar evitar o reducir en la medida de lo posible la exposición a los alérgenos, permaneciendo en ambientes cerrados durante los períodos de alta concentración de polen y recurriendo también a lavados nasales.
Para mejorar la calidad de vida de las personas que padecen alergias estacionales, es fundamental adoptar medidas preventivas y terapéuticas adecuadas. Con las precauciones adecuadas y con tratamientos eficaces, es posible gestionar mejor los síntomas para disfrutar de una vida más confortable incluso durante la estación de las alergias.
Para aliviar los síntomas de las alergias, los especialistas pueden recomendar distintos medicamentos de venta libre, como antihistamínicos orales o en spray, gotas oculares, descongestionantes y corticosteroides nasales. Es importante seguir las indicaciones del farmacéutico para evitar interacciones con otros medicamentos y para garantizar un uso seguro y eficaz.
Soluciones terapéuticas eficaces, seguras y naturales
Para afrontar este problema creciente, es importante considerar nuevas oportunidades terapéuticas. Además de los medicamentos, existen soluciones terapéuticas que consiguen aliviar de manera eficaz y segura los síntomas de las alergias y que actúan directamente en la nariz y en los ojos.
Algunos sprays nasales a base de complejos vegetales contienen una solución de taninos, flavonoides, sal gema y glicerina vegetal y, a través de una acción descongestionante no farmacológica, favorecen la eliminación de los fluidos de la mucosa congestionada fluidificando el moco y facilitando su expulsión, incluso a través de una acción física de lavado de la fosa nasal, sin causar irritación y sequedad. A esto se suma un efecto protector debido a sus propiedades mucoadhesivas y antioxidantes, que favorecen el mantenimiento de la integridad de la barrera epitelial y el proceso de regeneración de la mucosa.
También existen gotas oculares que contienen un complejo vegetal a base de flavonoides y ácido hialurónico, que restablecen la función lubricante normal de la «película lacrimal» previniendo y aliviando la sensación de escozor e irritación debida al contacto con los agentes externos. La sinergia de los componentes garantiza una acción fisiológica, hidratante, refrescante, calmante y protectora del ojo, aportando un rápido alivio de los síntomas de enrojecimiento, prurito e irritación.
Estas soluciones terapéuticas a base de sustancias naturales son seguras y eficaces y pueden utilizarse en sinergia para prevenir y aliviar los síntomas de las alergias, respetando la fisiología del organismo y el medioambiente.
1.Zhang, Y., Steiner, A.L. Projected climate-driven changes in pollen emission season length and magnitude over the continental United States. Nat Commun 13, 1234 (2022). https://doi.org/10.1038/s41467-022-28764-0
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