Seguramente uno de los mejores consejos que alguien puede darte a la hora de comenzar tu negocio es el de su localización, por razones obvias. Un negocio bien ubicado tiene una mayor visibilidad y más tráfico de clientes potenciales, lo que en conjunto incrementa de forma notable las probabilidades de conseguir ventas y de hacer que el negocio prospere.
Sin embargo, si en el mundo real es difícil conseguir una buena localización, teniendo en cuenta los precios, la disponibilidad y el asentamiento de nuestra competencia, en el ámbito online la realidad es mucho más cruda. Si bien aquí no hay problemas de precio, salvo que apostemos por los anuncios de pago en los buscadores, el espacio es mucho más limitado y la competencia por conseguir visibilidad para nuestro escaparate digital es una batalla que no se gana fácilmente. Para poder hacernos una idea de su magnitud, el 90% de los clics que realizan los usuarios cuando buscan algo en Google se lleva a cabo en la primera página de sus resultados. O lo que es lo mismo, si no apareces en la primera página, no existes.
Sin embargo, las posiciones que ofrece la página de resultados son limitadas y, como es evidente, todo el mundo quiere aparecer ahí.
Para resolverlo, Google, al igual que el resto de buscadores, utiliza un sistema de clasificación propio que determina la posición de una página web en función de su calidad y su concordancia con lo que el usuario busca. Es decir, intenta mostrar al usuario de la forma más fidenigna posible exactamente lo que éste está buscando, y teniendo en cuenta la ingente cantidad de páginas web existentes y su aún mayor cantidad de contenido, no es una tarea fácil de ejecutar.
¿Qué puedo hacer yo para aparecer ahí? Sigue leyendo este artículo en e número de julio (119) de Farmaventas