¿Cuál es el principal problema de piel al que se enfrenta un paciente oncológico?
La piel, por su especial fisiología, es especialmente sensible a los tratamientos oncológicos. En función de los mismos, el paciente sufrirá unos efectos secundarios u otros, que incluso pueden llegar a limitar el tratamiento. La xerosis cutánea es uno de los que se observa con más frecuencia, ya que la producen la mayoría de las terapias. Esta sequedad de la piel, además de tener un impacto sobre el día a día, puede ser el origen de prurito y fisuras que, a su vez, pueden causar sobreinfecciones.
¿Qué efectos secundarios tienen tratamientos como la quimioterapia?
Los tratamientos con quimioterapia pueden producir en mayor o menor medida los siguientes efectos secundarios: inflamación de mucosas, pérdida de cabello, erupciones acneiformes, trastornos en las uñas, xerosis, prurito, enrojecimiento, hiperpigmentación y eritrodistesia palmoplantar (síndrome mano-pie).
En verano, la piel necesita hidratación, ¿qué tipo de producto aconsejaría?
La piel de estos pacientes siempre necesita hidratación, ya que, como hemos comentado anteriormente, la sequedad de la piel es uno de los efectos secundarios más frecuentes. A la hora de hidratar la piel recomendamos fórmulas sin conservantes, perfumes, sin parabenos y sin ninguna sustancia potencialmente irritante; con lo cual la piel sólo recibe lo esencial para su hidratación.
¿Cómo debe ser el consejo farmacéutico?
El farmacéutico es la persona que, por formación, confianza y proximidad al paciente, le va a poder aconsejar sobre lo que necesita para el cuidado de la piel y el cabello. Este consejo tiene que ser personalizado y adaptado, no sólo a sus necesidades sino también a sus gustos y hábitos cosméticos. Consejos que ampliaremos con una serie de medidas higiénico-dietéticas para mejorar el día a día del paciente.
¿Cuál sería el fotoprotector más adecuado?
La protección solar en los pacientes es fundamental antes, durante y después del tratamiento, ya que muchos de los medicamentos que utilizan en su tratamiento son fotosensibilizantes. Tienen que utilizar protección solar SPF 50+ y, dentro de este índice de protección, elegir la galénica que más se adapte a los gustos y necesidades de su piel (crema, leche, emulsión, spray, aceite, protección con color, etc.). Además, es importante recordar a los pacientes que no se expongan nunca directamente al sol, y asegurarse además una buena protección mediante prendas de vestir, gorra y gafas.
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