Gran marca, gran ‘restyling’. ¿Cómo valora la presentación de la nueva imagen de Galénic en Madrid / Barcelona?
En mi opinión, la presentación en ambas ciudades ha sido todo un éxito. Hemos conseguido despertar un verdadero interés tanto en medios de comunicación, blogs y líderes de opinión, como en farmacéuticos por un cambio que supone un giro de 180 grados, y estos eventos nos han permitido transmitir los valores y la filosofía de la marca, ilusionando a todos los asistentes.
¿Por qué una marca como Galénic decide hacer un ‘restyling’ aquí y ahora?
Galénic es una marca que lleva más de 30 años en el mercado y, con esta madurez y la mirada puesta en el pasado, quiere construir su futuro. Necesita evolucionar, ya que debe adaptarse al mercado de la farmacia actual para poder ofrecerle nuevos productos y servicios. Con ese aire joven pero a la vez sofisticado, equilibrado y elegante, Galénic se reinventa para construir el futuro junto con la farmacia del siglo XXI.
¿Ha cambiado la filosofía de Galénic?
No ha cambiado su ADN, que es extraordinario y proporciona todo el sentido a la marca, pero sí su filosofía. Galénic vuelve a reivindicar su esencia: la pericia de nuestros galenistas; y a hablar de sus creaciones excepcionales. Creaciones que son vanguardistas y sorprendentes a nivel de principios activos y de galénica, y que aportan a la farmacia productos que hasta ahora no existían en la misma. La filosofía que cambia en la marca es sobre todo a nivel comercial. Galénic cambia para transformarse en una marca de sell out y convertirse en proactiva y no reactiva al mercado.
Explíquenos cómo es el aspecto de las nuevas líneas de Galénic.
Galénic transforma sus packagings en estuches blancos, que guardan la identidad farmacéutica, pero que combinan el negro en la parte superior, los estampados plata, dorado y blanco para identificar las gamas anti- age, nutritivas o básicas y, sobre todo, destaca en los estuches el monograma, que se convierte en un verdadero protagonista en relieve. Todo esto da una imagen de alta calidad, con espíritu farmacéutico.
¿Cómo se les ha ocurrido la idea de “joyero” para las fórmulas?
Porque es un símil que recoge el espíritu de una gran creación. Es decir, un orfebre es un artista capaz de combinar piedras preciosas y crear una maravillosa joya y, de la misma forma, nuestros formuladores componen principios activos y los ensamblan en galénicas vanguardistas para conseguir creaciones que son verdaderas joyas.
Esta creación es la que queremos que se plasme y llegue a nuestros consumidores en cada nuevo producto y, para ello, vamos a convertir un producto de cada gama en un verdadero icono de la galénica y la formulación.
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