El verano es una época del año muy particular para cualquier negocio, ya que con la mente puesta en las vacaciones, salvo aquellos sectores que están relacionados con el turismo, el resto suele sufrir un descenso en su actividad y con ello, en sus ventas. En el caso de la oficina de farmacia, puede experimentar un incremento de las ventas durante los meses previos a las vacaciones, en parte gracias a la campaña de solares, de hidratantes o a los botiquines de viaje. Sin embargo, en las vísperas de agosto llega lo inevitable, ya que gran parte de la población se va de vacaciones y las ciudades quedan desiertas. En esa tesitura, muchos son los que se plantean cerrar su farmacia durante el mes de agosto y coger vacaciones para aprovechar el flujo poblacional tanto a la ida como a la vuelta. Sin embargo, son otros tantos los que opinan que cerrar cuando todos cierran puede ser un error en la estrategia empresarial.
Pues bien, afirmar si alguien debe abrir o cerrar su farmacia durante el mes de agosto es como decirle qué carrera debe estudiar o con qué colores debe vestir. A fin de cuentas, nadie conoce su negocio mejor que uno mismo, por lo que si se tiene claro que se debe cerrar, hay que hacerlo.
Por otra parte, la idea de este artículo no es la de justificar si cerrar es lo más adecuado o no, sino la de proponer para aquellos que se lo estén pensando diferentes maneras de afrontar y aprovechar el mes de agosto.
En primer lugar, hay que dejar claro que el mes de agosto no es una época para ganar dinero. La mayor parte de nuestros clientes se ha desplazado a otras áreas, por lo que es poco probable que podamos aumentar nuestros ingresos, e incluso lo más probable es que éstos disminuyan. Sin embargo, eso no significa que no tengamos mucho trabajo por hacer, más allá de gestionar la contabilidad de la farmacia o de resolver el papeleo. Aunque lo cierto es que la mayoría de expertos recomiendan leer libros, formarse, retirar todos los papeles inservibles, despejar la mente o revisar nuestra web, la realidad es que esas actividades, que podemos realizar en nuestros ratos libres, no nos confieren ninguna ventaja adaptativa durante este mes.
Es importante tener en cuenta que el resto de farmacias de nuestra zona se encuentra en la misma tesitura, intentando decidir qué hacer en vacaciones, por lo que es probable que durante este periodo se reduzca nuestra competencia. Teniendo esto en cuenta, parece una oportunidad bastante provechosa para fidelizar a los clientes de nuestro barrio, que seguramente estarán más receptivos que en otra época del año.