En qué consiste la iniciativa Cardiowalking?
La iniciativa Cardiowalking, puesta en marcha por AstraZeneca en el año 2017, consiste en fomentar la práctica de ejercicio físico en pacientes con enfermedades cardiovasculares en compañía de profesionales sanitarios. Los estudios demuestran los beneficios de la actividad física, reduce el riesgo de problemas cardiovasculares y mejora la capacidad de esfuerzo de los pacientes, siendo altamente recomendable para toda la población. Esta actividad se ha desarrollado un día concreto del año, en un punto geográfico que pudiera reunir a todos los interesados, y que este año, por las circunstancias acontecidas a causa de la crisis sanitaria por el COVID-19, ha tenido que desarrollarse de manera virtual. De esta manera, se ha animado a todos los participantes a practicar ‘cardiowalking’ durante una semana siguiendo las indicaciones de fisioterapeutas y cardiólogos de forma virtual, con el objetivo de alcanzar el total de kilómetros correspondientes al Camino de Santiago. Una forma de mantenerse activo y no olvidar la importancia del ejercicio físico durante el confinamiento.
¿Cómo surgió la idea?
La idea del ‘Cardiowalking’ surgió como reclamo para animar a todos los pacientes con enfermedades cardiovasculares a practicar ejercicio y huir del sedentarismo. Las enfermedades cardiovasculares suponen la primera causa de muerte en España, por lo que resulta vital encontrar los métodos que nos permitan llevar un estilo de vida cardiosaludable, donde un pilar básico es el ejercicio físico. Practicar cardiowalking consiste en llevar a cabo caminatas de una hora de duración a un ritmo rápido y constante y siempre monitorizados por un entrenador físico. Este año, como consecuencia del COVID-19, la acción se ha desarrollado virtualmente con la posibilidad de contar con las indicaciones de una fisioterapeuta y un cardiólogo a través de vídeos publicados en el perfil de ‘La vida por delante’.v
¿Por qué el Camino de Santiago y no otras rutas?
Siempre intentamos reunir a los participantes en un entorno agradable para practicar ejercicio físico. En el año 2017, por ejemplo, se reunieron a todos los pacientes, familiares y empleados de la compañía en las inmediaciones de Madrid Río, un lugar de referencia en la capital a la hora de practicar deporte al aire libre. Asimismo, ciudades como Valencia, Toledo y Granada, entre otras, también se han hecho eco de esta iniciativa durante estos años. La ruta del Camino de Santiago es uno de los tesoros paisajísticos y turísticos por excelencia de nuestro país, que año tras año atrae a miles y miles de peregrinos con el objetivo de vivir una experiencia única y practicar ejercicio rodeados de naturaleza, y al ser los meses de primavera y verano los preferidos para aquellos que se sumergen en esta aventura, nos pareció interesante poder relacionar la iniciativa del cardiowalking virtual de este año con esta ruta, la cual supone siempre un aprendizaje y un reto personal para todo aquel que decide emprenderla. Con ello, tratamos de transmitir motivación y seguridad a todos los pacientes con enfermedades cardiovasculares, recordando que todos los años se ha realizado esta actividad sin ninguna incidencia ni evento cardiovascular en ningún paciente.
¿Cómo funciona exactamente?
La iniciativa del cardiowalking virtual, organizado por AstraZeneca, tuvo lugar la última semana de mayo. A lo largo de esta semana, se compartieron un total de tres vídeos protagonizados por Carmen Valdivieso, fisioterapeuta de la Unidad de Prevención y Rehabilitación Cardíaca del Hospital Universitario Clínico San Cecilio de Granada, en los que se indicaban los ejercicios a realizar para participar en la actividad. A la hora de obtener el total de kilómetros alcanzados en cada uno de los vídeos, se estableció una métrica en la que se contabilizaba 1 kilómetro por cada 2 minutos de visualización por persona. Gracias al gran número de visualizaciones no solo se ha conseguido alcanzar el objetivo principal de recorrer virtualmente el Camino de Santiago, sino que hemos superado dos nuevos retos, llegar a los kilómetros necesarios para “viajar” a París y Roma.
¿Cómo regula el cardiólogo y el paciente el tiempo de ejercicio y la intensidad óptimas? ¿Se hace al instante y a distancia o el paciente se debe desplazar al Hospital?
A la hora de regular el tiempo de ejercicio y la intensidad apropiada para practicarlo, hemos contado con las indicaciones de nuestra compañera Carmen, fisioterapeuta, quien a lo largo de cada actividad iba indicando a los participantes cómo seguir el ejercicio de forma adecuada, incluyendo un calentamiento previo. El tiempo estimado de duración de cada vídeo ha sido de unos 13-15 minutos, con una intensidad baja-moderada que permitiera a todos los participantes seguir las indicaciones de nuestra compañera. El papel de los participantes aquí ha sido fundamental, quienes tenían el objetivo de mostrarse muy conscientes y responsables a la hora de realizar el ejercicio. Por su parte, la iniciativa se ha desarrollado íntegramente de manera digital, sin necesidad de que los pacientes se desplazaran al hospital. Además, durante esa semana, animamos a todos ellos a compartir sus dudas y preguntas para que pudiéramos darles respuesta una vez finalizado el cardiowalking virtual. Pronto publicaremos un nuevo vídeo con las respuestas y recomendaciones a seguir teniendo en cuenta para desarrollar un estilo de vida activo y saludable.
¿Podían los participantes unirse a este Cardiowalking virtual mediante tablets y móviles? ¿Qué plataforma ha tenido más éxito?
Para participar en este cardiowalking virtual, tan solo se necesitaba disponer de un móvil, tablet u ordenador, que les permitiera acceder al perfil de Facebook ‘La vida por delante’, y muchas ganas de practicar deporte.
¿A quién va dirigida la acción del Cardiowalking virtual? ¿Hay algún perfil de usuario que no se esperaba que se hubiera inscrito?
La acción del Cardiowalking virtual va dirigida, principalmente, a todas aquellas personas que sufren enfermedades cardiovasculares, pero también a cualquier persona que quiera participar. Los estudios demuestran que el ejercicio físico disminuye los problemas cardiovasculares tanto en pacientes previamente sanos como en aquellos que ya habían sufrido un evento, lo que lo hace esencial para toda la población. Este año, al tratarse de una acción virtual nos ha permitido abrir el abanico de posibilidades y llegar a un público mucho más amplio, alcanzando perfiles que quizás no conocían la iniciativa y concienciando a muchas personas de la necesidad de desarrollar hábitos de vida saludables.
¿Cree que la pandemia ha cambiado nuestra forma de ver el ejercicio físico?
Desde luego, todas estas semanas de confinamiento nos han hecho valorar muchas cosas que, hasta ahora, subestimábamos, como la necesidad de mantener el cuerpo activo y dedicar tiempo cada día a la práctica de deporte. Es muy importante buscar la manera de mantenernos activos sin caer en excusas, en casa también tenemos alternativas para practicar ejercicio físico, como una cinta deslizante o una bicicleta estática, y ahora también contamos con estos vídeos donde nos orientan para realizar ejercicio incluso sin tener ningún material. Siempre hay excusas, como falta de tiempo o de medios, pero los estudios demuestran que incluso un ejercicio suave realizado durante pocos minutos diarios ya tiene beneficios cardiovasculares.
¿Cuáles son las necesidades de ejercicio en una persona con una enfermedad cardiovascular de otra que no sufre cardiopatías?
Mantener una rutina de vida cardiosaludable es esencial para toda la población. Los estudios demuestran que la práctica de ejercicio físico regular ayuda a combatir el sobrepeso y la obesidad (principal factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares), contribuye a controlar la tensión arterial, los niveles de colesterol y mejora la capacidad física. Además, disminuye el riesgo de un evento cardiovascular y la mortalidad, tanto en prevención primaria como secundaria, es decir, tanto en un paciente previamente sano que nunca ha tenido un evento, como en aquellos que ya padecen una enfermedad cardiovascular. Según las guías de práctica clínica europeas, el rendimiento es muy mejorable con el entrenamiento, consigue aumentar la capacidad aeróbica, aumentar la fuerza y economía de la marcha, mejora el grado funcional y la calidad de vida, y todo ello sin aumentar los eventos cardiovasculares, es decir, siendo seguros.
¿Cuáles son las necesidades mínimas de ejercicio que necesita una persona con cardiopatías y una persona sana para notar mejoras en su organismo?
Un estudio realizado en población americana demuestra que incluso pequeñas cantidades de ejercicio son muy beneficiosas, por ejemplo hacer jogging, es decir correr a menos de 10 kms/hora entre una o dos veces por semana, ya hay beneficio en cuanto a mortalidad y disminución de eventos cardiovasculares. En este estudio se observó que los pacientes que realizaban ejercicio físico al menos 15 minutos a diario podían aumentar su esperanza de vida hasta en tres años. Aumentar el tiempo y la intensidad del ejercicio físico conlleva más beneficios, pero sin olvidar que pequeños cambios, como empezar a caminar un poco cada día, nos beneficia y mejora nuestra salud cardiovascular, sea cual sea nuestra condición física previa. Si hablamos de pacientes con enfermedad cardiovascular establecida, su beneficio es mucho mayor. En pacientes con insuficiencia cardiaca, realizar caminatas a bajo ritmo durante 30 minutos 4 días a la semana se asocia a una reducción de las hospitalizaciones por insuficiencia cardiaca y a una reducción del 30% de la mortalidad cardiovascular. Por esta razón, es tan esencial que toda la población realice ejercicio físico, con más insistencia si se trata de un cardiópata. Las unidades de rehabilitación cardiaca tienen este objetivo, entrenar a los pacientes con enfermedades cardiovasculares para mejorar su pronóstico y calidad de vida.
Y al revés, ¿cuáles son las señales que nos indican que estamos abusando del ejercicio físico, para una persona sana y aquella que tiene cardiopatías?
El ejercicio físico nos beneficia a todos los niveles, y esto lo consigue siendo muy seguro. No obstante, es importante que se vaya aumentando el nivel de forma progresiva, sobre todo para evitar el riesgo de lesión. La señal principal que nos da nuestro cuerpo, tanto para pacientes con cardiopatía o sanos, es el dolor. Ante cualquier ejercicio que nos resulte doloroso, debemos parar y consultar. Posiblemente, lo estemos realizando mal o tengamos alguna limitación física a nivel osteoarticular o ligamentoso que nos obligue a variar el gesto del ejercicio que estamos realizando. También son síntomas por lo que debemos consultar, principalmente a nuestro médico, el dolor torácico al realizar el entrenamiento o el mareo con pérdida de conciencia. f