¿En qué aspectos está siendo clave la colaboración del sector farmacéutico junto con las autoridades sanitarias?
Las farmacias están jugando un papel fundamental, incluso antes de que se desatase esta crisis en España, cuando los ciudadanos acudían preguntando ya por lo que pasaba en Italia, y los farmacéuticos comunitarios informaban y tranquilizaban a la población.
En todas las crisis de salud pública se pone de manifiesto la gran labor desempeñan las farmacias aprovechando su gran cobertura, ya que llegan al 99% de la población donde viven, pero sobre todo el conocimiento y la preparación de los 52.000 farmacéuticos que desarrollan su labor asistencial en las mismas.
Que más puede hacer para contribuir a luchar con el virus y ofrecer soluciones.
Desde que se inició esta crisis, las farmacias hemos estado al lado de las administraciones y del resto de profesionales sanitarios. Al tratarse de una situación excepcional había que ofrecer soluciones excepcionales que aprovechen todo el potencial asistencial y social de las farmacias y así lo hicimos por ejemplo solicitando que se permitiese a los farmacéuticos facilitar a los pacientes mayores y polimedicados el acceso a los medicamentos en sus domicilios.
En esta misma línea y con el fin de evitar desplazamientos a los hospitales y posibles contagios propusimos que las farmacias comunitarias dispensen los medicamentos de diagnóstico hospitalario con reserva singular. Ambas medidas se han ido implantando en comunidades autónomas sensibles a que en este momento hay que cuidar de los más vulnerables y garantizar el acceso a su medicación.
¿Cómo divulgar sin hacer apología del miedo? (sobretodo teniendo en cuenta que el farmacéutico es el sanitario más accesible de la población general).
En este sentido ha tenido una importancia fundamental el trabajo de las instituciones colegiales en coordinación con los farmacéuticos. Tanto el Consejo General, como los Consejos Autonómicos y los diferentes Colegios de Farmacéuticos, empezaron a generar información y formación de calidad, rigurosa y objetiva para los 72.000 colegiados. Desde cursos, procedimientos, herramientas, todo centrado en el conocimiento del virus para despejar todas las dudas de la población.
¿Y qué hay de los temidos bulos y su repercusión estos días?
En primer lugar hay que saber elegir las fuentes, en este caso deben ser administraciones y profesionales sanitarios. En nuestro caso para informar sin alarmar, pero siendo objetivos con lo que está sucediendo, todos los contenidos los adaptamos a diversos soportes y se actualiza siempre que hay novedades.
En el caso de los dirigidos a la sociedad, por ejemplo, hemos generado un sencillo documento de preguntas y respuestas y otro para aclarar y desmentir los bulos, responsables muchas veces de generar situaciones de crisis, que pueden desembocar en auténticos problemas de salud pública Todo ello además lo trasladan los farmacéuticos a través de las 22.071 farmacias a los más de 2.3 millones de ciudadanos que cada día las visitan.
China es un país que exporta ingredientes de medicamentos genéricos al exterior. ¿Este hecho nos afecta o lo hará a algún nivel?
En el Consejo General de Farmacéuticos somos muy sensibles con este tema desde hace años, y por eso pusimos en marcha el Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (CISMED). Esta herramienta nos informa en directo sobre la disponibilidad real de los medicamentos en las farmacias y nos permite en coordinación con la industria, la distribución y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), adelantarnos a posibles problemas y ofrecer soluciones. Además, hemos empezado a monitorizar aquellos medicamentos más vinculados con la lucha contra el coronavirus.
Una vez termine esta crisis ¿Qué debemos aprender de ella?
Creo que disponemos de uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo y debemos aprender de estas situaciones para mejorarlo aún más. Así, hay que potenciar la colaboración entre todos los profesionales y estructuras sanitarias, sin desaprovechar nada y a nadie. Los farmacéuticos seguiremos ejerciendo nuestra responsabilidad como los profesionales sanitarios más cercanos y accesibles a la población, fieles a nuestra sincera vocación de servicio público y siempre a disposición de todas las autoridades sanitarias Nacionales y Autonómicas.
Mi más sincero reconocimiento a la labor de todos los farmacéuticos españoles, en los diferentes ámbitos de actuación, y un deseo de pronta mejoría a aquellos que en el desempeño de sus funciones se han contagiado ayudando a los demás.
Una vez superada la crisis sanitaria, tengo la certeza de que producirán importantes transformaciones en todos los ámbitos, incluido en sanitario. Me atrevo a adelantar dos: un mayor protagonismo de la farmacia comunitaria en las políticas y estrategias de salud pública; y una creciente función social de la farmacia en la atención a los grupos más vulnerables, como las personas más mayores o dependientes. Los hechos nos demuestran que no hablamos de una opción, sino de una obligación para mejorar tanto nuestro Sistema Nacional de Salud como el bienestar de todos los ciudadanos.